miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA EDUCACIÓN EN EL PERIODO INDEPENDIENTE (1821- 1879)

El movimiento de la Ilustración, floreció en varios países europeos así como en la Nueva España. Por medio de él, México se introduce a "los modelos europeos de la educación nacional". Es importante subrayar, algunas aportaciones de educadores como Rousseau, Pestalozzi, Herbart y Fröbel, cuyas ideas no sólo fueron conocidas por los ilustrados mexicanos, sino que sirvieron de inspiración a los educadores y maestros, especialmente en la segunda mitad del siglo XIX.

Asimismo, su conocimiento de los diversos ensayos educativos, es posible entender, como las ideas sobre educación gratuita, obligatoria se fueron afianzando entre los mexicanos, cuando se reconoce que la educación es necesaria en toda forma de gobierno, que requiere de ciudadanos ilustrados, para ejercer sus derechos y cumplir obligaciones, y que si bien no es preciso que todos tengan la misma educación si es necesario que todos adquieran alguna, en tanto que cada uno contribuye de distinta forma a "la felicidad común".
En resumen, las contribuciones de orden teórico y empírico al conocimiento de los procesos educativos (continuidades y cambios) de finales de la época colonial y principios del periodo independiente, las primeras medidas tomadas por los reyes borbónicos para promover e introducir reformas educativas en la Nueva España en los niveles elemental y superior, apropiadas a una sociedad en proceso de secularización, asimismo hacen referencia al papel que liberales y conservadores, después de la independencia le asignan a la escuela, como un medio infalible en la formación del ciudadano.
minoritarios

El ámbito de la educación formal novohispana puede dar una imagen de relativa homogeneidad y de adhesión a los modelos europeos: la gramática latina y los libros de Aristóteles y Cicerón se difundían en el virreinato del mismo modo que en las demás escuelas del orbe católico, y el espíritu de la Contrarreforma determinaba las formas de religiosidad y las actitudes hacia el conocimiento; pero en las calles y en los hogares, incluso en los púlpitos y confesionarios, la realidad americana se imponía y recreaba sus propias tradiciones, sus propias normas y costumbres. Los textos leídos en los colegios o en la Real Universidad pueden decir bastante acerca de la cultura académica e incluso de las creencias establecidas por la ortodoxia católica, así como el estudio de la implantación del sistema pedagógico humanista en las escuelas de la Compañía de Jesús explica no pocos rasgos de la cultura criolla; pero al mismo tiempo, el recuento de los estudiantes asistentes a las aulas nos desengaña en cuanto al alcance real de tales enseñanzas. Una minoría, casi exclusivamente criolla, tuvo acceso a los estudios superiores, a la vez que familias medianamente acomodadas y de no tan clara prosapia, avecindadas en los centros urbanos, pudieron proporcionar a sus hijos los conocimientos elementales que se impartían en escuelas de primeras letras y de gramática latina. El resto de la población no asistió a las aulas ni escuchó a los maestros, lo que de ningún modo significa que no recibiera alguna forma de educación
Tendencias educativas oficiales en México 1821-1911.

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